La delirante “hazaña” de Ulubatli Souness
El comentario de
Andrés sobre el cruce de cables de Pep me da pie a hablaros de una de las
mayores idas de olla futboleras de la historia: el día que Graeme Souness
recordó la toma de Constantinopla por el imperio otomano en 1453.
Según dicen algunos,
Souness fue uno de los mejores centrocampistas de todos los tiempos, un mito
del fútbol, un coleccionista de títulos. Según otros, fue un leñero, un rompepiernas, uno de los peores asesinos
que ha pisado un terreno de juego.
Los datos: Graeme
Souness fue un centrocampista escocés, capitán de la selección nacional y del
Liverpool mítico, el de los 70 y 80, con el que ganó, entre otros títulos, cinco
Ligas, tres Copas de Europa (la segunda, en el 81, al Real Madrid) y cuatro Copas
de la Liga. Jugó
durante 12 años en la selección de Escocia. Como jugador-entrenador hizo grande
al Rangers: ganó cuatro Ligas y cuatro Copas de la Liga escocesas.
Posteriormente entrenó a equipos como el Liverpool, con el que ganó una Copa
inglesa, o el Galatasaray, con el que ganó la Copa de Turquía en 1996.
The Man |
Más datos: Souness suele
ser número uno en los rankings de los
jugadores más bestias de todos los tiempos. El periódico sensacionalista
inglés The Sun le eligió el futbolista
más duro de la historia. Sus
innumerables candidaturas para "la entrada más terrorífica de la historia
del futbol" se distinguen por haber sido siempre a propósito. Entre sus
muchos apodos estaban 666 y Death Star (su legendario bigote, en
combinación con su mala leche y su indiscutible liderazgo dio origen a otros
famosos motes: Saddam y Stalin). Su talento para el fútbol y la
violencia le convirtió en héroe nacional y Escocia le concedió el honor de ser
la imagen durante años del refresco nacional, Irn-Bru (literalmente, "Brebaje de Hierro") con el lema
"Ambos hechos en Escocia de vigas de acero".
La ida de olla
futbolera más espectacular de todos los tiempos ocurrió el 24 de abril de 1996,
en la vuelta de la Final
de la Copa de
Turquía entre los eternos rivales Galatasaray y Fenerbahçe (estos dos equipos
comparten la ciudad con un tercero, el Beşiktaş, pero este es El Derbi. El Galatasaray
representa a la clase acomodada y el Fenerbahçe a la clase media, pero lo que hace
diferente este duelo es que se enfrentan dos equipos de una misma ciudad pero
diferente continente: el Fenerbahçe está en el lado asiático de la ciudad y el Galatasaray
en el europeo. Es Europa contra Asia. Históricamente, se han producido todo
tipo de altercados violentos entre las dos aficiones). El resultado del partido
de ida había sido 1-0 a
favor del Galatasaray. El ambiente ya estaba caliente antes del encuentro de
vuelta en el Şükrü Saracoğlu, el campo del Fenerbahçe, debido a que de
manera arrogante los aficionados del Fenerbahçe ya daban por hecho la obtención
del título, dada la mala temporada del Galatasaray. Incluso estaba cuestionado su
técnico, nuestro amigo Graeme Souness. Sin embargo, al finalizar los 90 minutos
el Fenerbahçe solo había conseguido ganar por 1-0, por lo que hubo que ir a la
prórroga. Y en el minuto 114, Dean
Saunders, del Galatasaray, anotó el gol del empate provocando el delirio de los
aficionados visitantes y la furia de los locales: la Copa era del Galatasaray.
La boca del infierno se abrió en el Şükrü Saracoğlu.
El partido terminó, y
fue entonces cuando, pese al ambiente que se estaba viviendo y lejos de
contribuir a apaciguar los ánimos, Souness, en pleno arrebato hooligan, decidió echar más leña al
fuego: en un acto de total provocación a la hinchada rival propio de un
enajenado, se salió de la cancha para conseguir una gigantesca bandera del
Galatasaray, volvió a entrar en el terreno de juego y la plantó a lo Iwo Jima
en el círculo central. Fue la profanación absoluta del templo del Fenerbahçe.
La afición gritaba rabiosa tratando de ingresar al terreno de juego para linchar
a Souness, pero este salió corriendo y logró ponerse a salvo.
Por supuesto, Souness
tuvo que enfrentarse a una causa penal, pero consiguió el amor eterno de los
aficionados del Galatasaray (y el odio eterno de los del Fenerbahçe). Desde
entonces lo llamaron Ulubatli Souness,
por Ulubatli Hasan, el héroe turco que fue asesinado cuando plantó la bandera
otomana en el final del asedio a Constantinopla en mayo de 1453.
Ulubatli Hasan |
Como curiosidad: Souness
siguió entrenando, pero en otro chispazo se afeitó su famoso bigotón que era la fuente de su poder y claro, dejó de tener éxito con sus equipos.
Es clavadito a Tom Selleck |
El momentazo |
Ya veo a Mourinho cogiendo una bandera del Madrid en el Clásico y clavándola en to' el medio de un aspersor del Camp Nou.
ResponderEliminarYo también he tenido esa visión, pero creo que ni Mou tiene los santos cojones de hacer una barbaridad tan grande.
EliminarEstamos completamente seguros que la madre de Pepe no pasó una temporada en Liverpool o Edimburgo. En su forma de jugar es clavadito al Sounnes, como se deje bigote salgo por patas....... Bueno la verdad es que lo que se dice leñeros, antes había más que ahora, han conseguido erradicarlos a base de sanciones, quizás si Messi o Cristiano se cruzaran con bestias así, otro gallo les cantaría y no habría tanta diferencia con respecto al resto de jugadores. Ahora, tengo la impresión de que con tal de no ser violentos, a veces se pasan de blanditos. Una pizca más de intensidad no nos va a matar.
ResponderEliminarLo de la bandera es increíble, con sólo ese gesto nació el mito, para unos y el villano, para otros. Buena aportación al blog compañero.