jueves, 8 de marzo de 2012

¿La mejor celebración de un gol de todos los tiempos?



La delirante “hazaña” de Ulubatli Souness

El comentario de Andrés sobre el cruce de cables de Pep me da pie a hablaros de una de las mayores idas de olla futboleras de la historia: el día que Graeme Souness recordó la toma de Constantinopla por el imperio otomano en 1453.
Según dicen algunos, Souness fue uno de los mejores centrocampistas de todos los tiempos, un mito del fútbol, un coleccionista de títulos. Según otros, fue un leñero, un rompepiernas, uno de los peores asesinos que ha pisado un terreno de juego.


Los datos: Graeme Souness fue un centrocampista escocés, capitán de la selección nacional y del Liverpool mítico, el de los 70 y 80, con el que ganó, entre otros títulos, cinco Ligas, tres Copas de Europa (la segunda, en el 81, al Real Madrid) y cuatro Copas de la Liga. Jugó durante 12 años en la selección de Escocia. Como jugador-entrenador hizo grande al Rangers: ganó cuatro Ligas y cuatro Copas de la Liga escocesas. Posteriormente entrenó a equipos como el Liverpool, con el que ganó una Copa inglesa, o el Galatasaray, con el que ganó la Copa de Turquía en 1996.

The Man
Más datos: Souness suele ser número uno en los rankings de los jugadores más bestias de todos los tiempos. El periódico sensacionalista inglés The Sun le eligió el futbolista más duro de la historia. Sus innumerables candidaturas para "la entrada más terrorífica de la historia del futbol" se distinguen por haber sido siempre a propósito. Entre sus muchos apodos estaban 666 y Death Star (su legendario bigote, en combinación con su mala leche y su indiscutible liderazgo dio origen a otros famosos motes: Saddam y Stalin). Su talento para el fútbol y la violencia le convirtió en héroe nacional y Escocia le concedió el honor de ser la imagen durante años del refresco nacional, Irn-Bru (literalmente, "Brebaje de Hierro") con el lema "Ambos hechos en Escocia de vigas de acero".


La ida de olla futbolera más espectacular de todos los tiempos ocurrió el 24 de abril de 1996, en la vuelta de la Final de la Copa de Turquía entre los eternos rivales Galatasaray y Fenerbahçe (estos dos equipos comparten la ciudad con un tercero, el Beşiktaş, pero este es El Derbi. El Galatasaray representa a la clase acomodada y el Fenerbahçe a la clase media, pero lo que hace diferente este duelo es que se enfrentan dos equipos de una misma ciudad pero diferente continente: el Fenerbahçe está en el lado asiático de la ciudad y el Galatasaray en el europeo. Es Europa contra Asia. Históricamente, se han producido todo tipo de altercados violentos entre las dos aficiones). El resultado del partido de ida había sido 1-0 a favor del Galatasaray. El ambiente ya estaba caliente antes del encuentro de vuelta en el Şükrü Saracoğlu, el campo del Fenerbahçe, debido a que de manera arrogante los aficionados del Fenerbahçe ya daban por hecho la obtención del título, dada la mala temporada del Galatasaray. Incluso estaba cuestionado su técnico, nuestro amigo Graeme Souness. Sin embargo, al finalizar los 90 minutos el Fenerbahçe solo había conseguido ganar por 1-0, por lo que hubo que ir a la prórroga. Y en el minuto 114, Dean Saunders, del Galatasaray, anotó el gol del empate provocando el delirio de los aficionados visitantes y la furia de los locales: la Copa era del Galatasaray. La boca del infierno se abrió en el Şükrü Saracoğlu.
El partido terminó, y fue entonces cuando, pese al ambiente que se estaba viviendo y lejos de contribuir a apaciguar los ánimos, Souness, en pleno arrebato hooligan, decidió echar más leña al fuego: en un acto de total provocación a la hinchada rival propio de un enajenado, se salió de la cancha para conseguir una gigantesca bandera del Galatasaray, volvió a entrar en el terreno de juego y la plantó a lo Iwo Jima en el círculo central. Fue la profanación absoluta del templo del Fenerbahçe. La afición gritaba rabiosa tratando de ingresar al terreno de juego para linchar a Souness, pero este salió corriendo y logró ponerse a salvo.


Por supuesto, Souness tuvo que enfrentarse a una causa penal, pero consiguió el amor eterno de los aficionados del Galatasaray (y el odio eterno de los del Fenerbahçe). Desde entonces lo llamaron Ulubatli Souness, por Ulubatli Hasan, el héroe turco que fue asesinado cuando plantó la bandera otomana en el final del asedio a Constantinopla en mayo de 1453.

Ulubatli Hasan
Como curiosidad: Souness siguió entrenando, pero en otro chispazo se afeitó su famoso bigotón que era la fuente de su poder y claro, dejó de tener éxito con sus equipos.

Es clavadito a Tom Selleck 
El momentazo


3 comentarios:

  1. Ya veo a Mourinho cogiendo una bandera del Madrid en el Clásico y clavándola en to' el medio de un aspersor del Camp Nou.

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    1. Yo también he tenido esa visión, pero creo que ni Mou tiene los santos cojones de hacer una barbaridad tan grande.

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  2. Estamos completamente seguros que la madre de Pepe no pasó una temporada en Liverpool o Edimburgo. En su forma de jugar es clavadito al Sounnes, como se deje bigote salgo por patas....... Bueno la verdad es que lo que se dice leñeros, antes había más que ahora, han conseguido erradicarlos a base de sanciones, quizás si Messi o Cristiano se cruzaran con bestias así, otro gallo les cantaría y no habría tanta diferencia con respecto al resto de jugadores. Ahora, tengo la impresión de que con tal de no ser violentos, a veces se pasan de blanditos. Una pizca más de intensidad no nos va a matar.
    Lo de la bandera es increíble, con sólo ese gesto nació el mito, para unos y el villano, para otros. Buena aportación al blog compañero.

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